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La sucesión testamentaria es el proceso legal de liquidar la herencia de una persona fallecida. Esto implica identificar y distribuir activos, pagar impuestos y acreedores, y distribuir los activos a los beneficiarios. Muchas personas creen que un testamento puede evitar la sucesión testamentaria, pero solo proporciona instrucciones sobre cómo se deben distribuir los activos. Si no hay un testamento, las leyes estatales conocidas como leyes de intestate determinan la distribución de los activos.

Cuando una persona muere, el tribunal asigna a un ejecutor si hay un testamento o a un administrador si no lo hay, para administrar el proceso de sucesión testamentaria. Esto incluye presentar una declaración de impuestos final, inventariar los activos, pagar las deudas, distribuir los activos y preparar un informe de contabilidad para la aprobación del tribunal. Esta es una tarea compleja, exigente y que consume mucho tiempo que no debe tomarse a la ligera. Además, la sucesión testamentaria es costosa y puede tardar varios meses en completarse, especialmente en California. También es un proceso público, lo que puede atraer a familiares lejanos. En California, se puede evitar la sucesión testamentaria si el valor total de la propiedad es inferior a $184,500.

LITIGIO TESTAMENTARIO

Después de que alguien fallece, su propiedad normalmente se transfiere a sus familiares. Desafortunadamente, pueden surgir conflictos incluso si el difunto tenía un plan de sucesión bien preparado. Por ejemplo, pueden surgir desacuerdos con respecto a las acciones del representante personal o fideicomisario, y también puede ser cuestionada la capacidad mental del difunto. Además, pueden surgir disputas con acreedores o beneficiarios, entre otros problemas.

Estos problemas legales pueden dar lugar a un desafío formal de la herencia en los tribunales, lo que resulta en una litigación testamentaria o de la herencia. A continuación se presenta una lista de los problemas legales típicos que se encuentran en los tribunales de sucesión testamentaria: testamentos impugnados, disputas de fideicomisos, conflictos con representantes personales, disputas sobre tutela legal, disputas con acreedores y remoción de beneficiarios de una herencia.

PLANIFICACIÓN PATRIMONIAL

Los fideicomisos son instrumentos legales que protegen los activos para los beneficiarios. Están compuestos por tres componentes clave: el Fiduciante, el Fiduciario y el Beneficiario. Como creador, el Fiduciante confía los activos al Fiduciario para que los administre en beneficio del Beneficiario. En la mayoría de los casos, el Fiduciante es también el Fiduciario y el Beneficiario mientras está vivo y es capaz. Una vez que ya no pueden o fallecen, el Fiduciario sucesor sigue las instrucciones proporcionadas por el Fiduciante y lleva a cabo sus deseos. El Fiduciario está sujeto a un estándar de cuidado más alto como fiduciario. Cada fideicomiso es único y puede adaptarse para satisfacer necesidades y circunstancias específicas. A menudo, son un componente central de un plan patrimonial integral. En Taylor Solano & Associates, nuestros experimentados abogados de planificación patrimonial se tomarán el tiempo para entender a usted, su familia y sus objetivos para determinar si un fideicomiso es apropiado para usted. Si es así, lo guiaremos en el proceso de creación de un fideicomiso que se adapte a sus necesidades.

Los fideicomisos son instrumentos fuertes y flexibles que pueden ser básicos o extremadamente complejos. Cuando se diseñan correctamente, un fideicomiso puede evitar la intervención de los tribunales y ser un documento familiar completamente privado.

Todos los fideicomisos se dividen en dos categorías: revocables o irrevocables. Un fideicomiso revocable, también conocido como fideicomiso en vida, permite al Fiduciante realizar cambios o revocarlo en cualquier momento mientras tenga la capacidad y antes de su muerte. Un fideicomiso irrevocable, por otro lado, no puede ser alterado una vez creado. Un fideicomiso revocable se convierte en irrevocable tras la muerte del Fiduciante. La mayoría de nuestros clientes eligen crear fideicomisos revocables.

TESTAMENTOS

Si bien ocasionalmente redactamos testamentos, no los recomendamos a nuestros clientes. Los testamentos no lo protegen de tener que pasar por el proceso de administración judicial de la sucesión para los activos controlados por su testamento. Sin embargo, es posible que no todos sus activos estén controlados por su testamento, lo que a menudo resulta en que se excluya a beneficiarios no deseados, lo que puede generar disputas entre los miembros de la familia afligidos.

Las distribuciones directas pueden ser una mejor opción para algunos beneficiarios, ya que las distribuciones de una sola vez pueden crear más caos del previsto. Por ejemplo, es posible que desee distribuir los activos durante varios años a un joven que aún no está preparado para manejar el dinero, o a un ser querido con discapacidad o un hijo.

Un testamento básico no ofrece protección contra el impuesto sobre sucesiones o eficiencia fiscal, ya que los impuestos sobre sucesiones y las ganancias de capital pueden ser costosos. Sin una planificación adecuada, su cónyuge o seres queridos pueden no ser capaces de evitar estos impuestos.

Los testamentos también son menos flexibles y necesitan ser revisados (y posiblemente redactados) con más frecuencia. Además, solo controlan la propiedad en el estado en el que reside. Si posee propiedades en varios estados, un testamento puede no ser la mejor opción para usted.